Páginas

sábado, 3 de julio de 2010

Una de romanos


Para los romanos, el arte y la música sólo tenían una dirección principal, lo pragmático y sensual, no en vano se esforzaban sobremanera para que tales manifestaciones artísticas fueran deslumbrantes tanto en tamaño como en esplendor. La finalidad era exaltar el goce de los sentidos y de la vida, de la cual disfrutaban y mucho. Aunque su aportación a la música no constituye una revolución.

Conquistaron a los griegos pero éstos, les conquistaron a ellos con sus tradiciones musicales, el arte y la filosofía. Los romanos se limitaron a adoptarlas, asimilarlas y actualizarlas conforme a, sus necesidades y costumbres. A lo largo del tiempo del imperio, ocurrió lo mismo con otros pueblos conquistados, como los sirios, egipcios o alejandrinos. Volcaron todo lo asimilado hacia fines rituales, querreros, épicos y incluso hacia el disfrute sexual.

Las celebraciones musicales, de gran importancia en la Antigua Roma, eran enromes fiestas con numerosos músicos y coros para delicia de los oyentes gracias a las melodías y los cantos. Los Ioculatores y acróbatas romanos divertían con sus Iocus (juegos acrobáticos y musicales), actuando en las calles de las urbes acompañados por músicos que tocaban Tibias, Panderos y otros instrumentos. Estos Ioculatores eran presentados también, en las villas de los romanos ricos y poderosos.

Durante estas jornadas acudían de todas las partes del Imperio, "músicos virtuosos" respetados y considerados en todo el Imperio, no en vano la música era considerada como un importante espectáculo, haciendo que estos “músicos virtuosos” gozaran de condiciones y tratos muy especiales.
Entre éstos virtuosos, destacaban los griegos como: Terpnos, gran citarista y maestro de Nerón, Polón y Mesomedes de Creta.


Numerosas familias patricias enviaron a sus hijos a las Escuelas de Música y de Danza. También las mujeres romanas, tanto aristócratas como cortesanas, practicaron el arte de la música como cantantes e instrumentistas.
Los instrumentos solistas más utilizados eran la lira y la cítara. La lira, una especie de arpa de madera con diez cuerdas, el primer instrumento al que la Biblia hace referencia. Su forma y tamaño variaba y su sonido se consideraba un signo de felicidad. La cítara, variación de la lira pero más amplia y profunda, y por lo tanto con mayor sonoridad.
Otro instrumento para los músicos más profesionales era el Aulos, con forma de flauta doble con agujeros y una lengüeta.

El teatro no se concebía sin música. La Tibiae simple o doble, acompañaba siempre a las partes cantadas de las obras y en los intermedios de los actos se ofrecían interludios musicales a cargo del Tibicen.

En cuanto a la música usada en el ejército, Servio Tulio (578-534 a.C) instituyó los grupos de músicos en las Milicias Romanas integrados por instrumentos de viento y con funciones específicas para las ceremonias y el combate. Aparecieron de este modo los Cornicem, artistas que tocaban el Cornu, y los Tubicem que tocaban la Tuba. A estos, hacia el año 400 a.C., se añadieron Flautas, Cornos y Ttrompetas de muy variadas formas y tamaños, así como otro tipo de instrumentos más peculiares como la Siringa (Syrinx) y el Lituo (Lituus). A partir del desarrollo de los actos militares, y especialmente para los más importantes, se fueron añadiendo y utilizando otros instrumentos de viento de gran sonoridad como, la Bucina, la Tibia, el Tympanum, el Scabillum, la Cymbala, la Crótala.
 
Sin olvidar que la música romana se basa en la asimilación de la cultura musical de los territorios conquistados, sí hay variaciones e improvisación. Con el tiempo las melodías y canciones son esenciales en todo lo público, desde las fastuosas celebraciones hasta el terreno educativo. Vamos que al final, los romanos supieron apreciar la música.

No hay comentarios:

Publicar un comentario