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domingo, 20 de noviembre de 2011

Nutrition & Behavior by MD Russell Blaylock (Spanish Subtitles)



Conferencia del médico Russell Blaylock acerca de los efectos de la alimentación sobre la conducta humana: La excesiva ingesta de azúcares y grasas saturadas, la importancia de las vitaminas y los minerales, la influencia de los compuestos sintéticos como los herbicidas, los pesticidas, el aspartamo o el glutamato monosódico.
Enlaces de interés:
http://www.russellblaylockmd.com/
Bettablue: http://trinityeyes.wordpress.com/
http://bettablue.wordpress.com/

jueves, 23 de diciembre de 2010

Moraleja de los 3 tigres

Aquella tarde, los 3 tigres, a pesar de no ser del mismo territorio, decidieron comenzar una aventura juntos. Sabían de sobra que no sería fácil pero, su valor, sus fuerzas e ilusiones bastaron para comenzar a caminar con tan sólo una mochila en cada uno de sus lomos. Cada uno de ellos, llenó su mochila con lo que poseía y pensó que sería fundamental.
Pasaron los días, las noches, los meses e incluso años pero, siguieron caminando.

Durante esa andadura, fué necesario en algún momento, ir dejando las mochilas cada vez más vacías, por el bien de los 3, incluso, cuando las fuerzas flaquearon, uno de ellos agotó su mochila en pro, de poder seguir caminando. Al poco tiempo otro de ellos deshechó la mochila completa para tener mejor movilidad y poder ayudar a lo largo del camino.

Una noche de tormenta, los tigres que iban más ligeros, le dijeron al tigre que aún portaba su mochila:
- Nos hemos quedado sin mochilas, sólo podemos servirnos de la tuya.
El otro tigre, que tenía la mochila llena, les respondió:
- Ah, ¿sí? No me había dado cuenta. Si necesitais algo, del mismo modo que vosotros habeis compartido, compartiré yo, tenemos la mía.

Así hicieron, hasta que un día, quedando poco en la única mochila pensaron que, tenían que hacer algo al respecto. Uno de ellos planteó buscar más víveres y otro de ellos, cazar.

El tigre poseedor de la única mochila dijo:
- Nos queda poco camino por recorrer. Hemos caminado mucho juntos, luchado, reído y llorado, porque a lo largo de todo este tiempo la amistad ha sido muestro aliento. Apenas quedan cosas en mí mochila y somos tigres, deberíais haber metido más cosas en las vuestras. Yo, sigo el camino sólo y cuando llegue a destino, cogeré más víveres y volveré. No dudeis de mis palabras porque, soy vuestro amigo.


Aquí la moraleja:
El amigo que encuentra el momento para decidir que lo vuestro, es sólo suyo, no es un amigo.
Un amigo no te obliga, no te abandona, no se olvida de tí, te respeta y comparte en toda la inmensidad de la palabra.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Alas

Después de mucho pensar y me refiero a meses, porque han pasado unos cuántos desde la noche de reyes, magos claro, he decidido dejar de darle vueltas y pedir de regalo, para este año, un par de alas.
Gracias a ellas podré asegurarme las escapadas que tanto he anhelado durante este año inacabado, porque los viajes astrales son imposibles para mí. Cuestión de edad, qué se yo!
Las quiero amplias y ligeras, fuertes y robustas, pero no toscas, soy mujer y deben ser bellas. No sé si es mucho pedir, pero tengo ese pequeño antojo. Seguro que no me las traen, fijo que no.
Antes de la dichosa noche de reyes magos, en pocos días, llega el día de mi cumpleaños y para ese día quiero otra cosa imposible de conseguir, cual? comprensión. Bella palabra y gran cualidad para quien la posee. Veremos que ocurre, porque me temo que tampoco.
Y es que debo ser bastante mala, no sé si durante todo el año, a días o si por el contrario, lo que soy es, mala pidiendo los regalos.
Será eso.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Malas rachas

Las desgracias nunca vienen solas, eso dicen y para colmo, encima, llevan razón. Vivo en un pueblo muy pequeño, tranquilo, con una historia digna de libros (que los hay), en un entorno fantástico, sin nada de polución ni ruidos molestos.
¿A quién no le gustaría vivir en un lugar así? Pues me temo que en pocos años y a este paso, quedaré yo y alguno más si hay suerte y no se va.
Los bellos pueblos a los que tanto gusta ir  "en verano" están destinados al olvido durante el resto del año y la esperanza de vida en ellos, ya es como pedir un milagro no sólo a la Virgen de Lourdes. Qué pena.
Y para colmo este año, 3 grandes personas, vecinos, amigos, foránenos del pueblo, han fallecido y de repente. Mi querido Adolfo en febrero, el estimado Celes y la encantadora María en Septiembre.
Nuestro gran tañidor de la tambora Celestino, falleció el año pasado, dejando a la tambora, huérfana, veremos quien la tañe de nuevo, porque perder la fiesta en Carnavales de la Cofradia de Ánimas con su revoleo, la tambora y los lances de la alabarda, ya es el colmo de los colmos, de pensarlo enfurezco más que Júpiter.



Así como se luchó por un Cerrato vivo, en contra del vertedero de residuos en nuestros campos, deberíamos luchar por la pervivencia de nuestras costumbres. Pero claro,pobre ilusa de mí, si no hay gente, no se podrá luchar siquiera por la supervivencia de éstas costumbres.
En fin, Vertavillo de Cerrato echará de menos a los que ya no están (yo lo hago) y este fin de semana más aún, porque son sus fiestas.

lunes, 5 de julio de 2010

Un caldero de lechuga

Han sido varias veces, en las cuales, la oferta culinaria del día, eso sí exclusivamente y entera para mí, ha sido eso.
Tan sólo de pensarlo se me vuelven a poner los pelos de punta. Es cierto que el ofrecimiento de semejante manjar fue sincero pero, también algo malicioso. Y me sigo preguntando: ¿por qué el simple hecho de ser vegetariana, hace pensar a determinadas personas (o eso espero), que comemos lechuga por calderos?. Es que me lo imagino, sentada, ante una cantidad tal, que sólo puede ingerirse si estás en proceso de purga.


Depende de como me pille el día pues me lo tomo a modo de mofa y me río alegremente, o me sienta peor que si me lo como, porque encima la lechuga no me gusta.
Y para colmo de males, por suerte momentáneos, esta servidora se siente un bicho raro, más bien rarísimo en determinadas ocasiones, sólo por su dieta vegetariana.


Hace unas semanas, en una comida de trabajo, a pesar de saber que no como carne, se les olvidó decirlo en el restaurante al hacer la reserva para las ciento y pico personas.
Después de pasar una mañana extraordinaria, a pleno sol (eso si), en la localidad Palentina de Guardo, rodeada de sabios de toda la comarca palentina. Llegamos a comer, yo con más hambre que el perrillo un ciego, y no puedo comer ni los entremeses, que por cierto ya estaban puestos en los platos. Me espero, paciencia no me falta, y sorpresa que el resto de alimentos que sacan, todos vetados. Pregunto si se puede hacer algo al respecto y encima me dicen que no saben. Los compañeros me miraban, supongo que por el fiasco. 
Prometo que noté, en forma de calores, toda la gama cromática y el espectro de colores existentes. Incluso si no llegan a decirme pasado un buen rato que me traen espárragos, capaz que invento colores nuevos.


Me acuerdo de otra que ya fué de cabreo, y reconozco que cuando me pongo molesta, saco de las casillas a cualquiera.
Teníamos que actuar en una boda, en el hotel Europa Centro de Magaz de Pisuerga, al ladito de Palencia. Los que cantamos o lo intentamos, debemos ingerir la comida con bastante antelación. Eso nos asegura que, en el momento de abrir la boca para emitir notas, salgan sólo ellas y no un añadido de la digestión.
Pues bien, decido invitar a mi compañero a cenar en un restaurante cerca de la salida de Palencia, para abreviar en tiempo y con más hambre que el primo abandonado del perro del ciego. Miramos la carta y pedimos una parrillada de verduras.
Cuando veía venir al camarero me frotaba las manos. El plato hasta de lejos era enorme, y cuando lo posa en la mesa, me quedo mirando como los tontos con matrícula de honor por tal mérito. ¿Cómo puede ser posible que a una parrillada de verduras, le echen jamón serrano en pedacitos minúsculos por encima?. Menudo cabreo ya en el primer plato.
Le llamo y se disculpa (por decir algo) con que en la carta se especifica el tema jamón, comprobando en segundos que eso no es cierto. El muy simpático amansa mi fiera interna diciendo, eso sí en tono suave: pues retire usted el jamón. ¿Cómo? el tono y la afinación de esta palabra, salida de mi boca, debieron bastar.
Ese día tan sólo comí sepia y más o menos una barra de pan, con la que arrebañé la mahonesa, y no le pedí mas unte de milagro. Menos mal, que tuvo la delicadeza de no cobrarme la parrillada, de haberlo hecho le presento al pollo bailaor de flamenco que cuido cada día para éstos alteradores de la paciencia.
Me repitieron la sepia, la mahonesa y la jartá a pan, hasta las 4 de la mañana pero, el bochorno que pasé sacando los dientes delante de mi compañero, fué el remate, creo que de mala educación por mi parte.


Como verduras, frutas (me pirrían las manzanas), hortalizas, legumbres, pasta, arroz (madre mía las paellas, sin carne claro), pescado (poco por cierto), derivados de la leche y los huevazos que ponen mis 17 gallinas corredoras (porque tienen sitio para correr y mueren de vejez). Soy vegetariana, que no vegana. Y para más rizo y rareza, "vegetariana macrobiótica", o al menos eso dicen.
Yo digo simplemente opino que, me gusta comer con la capacidad de decidir el qué y conociendo los nutrientes necesarios para llevar una vida sana.

Amistad

Todos, o al menos yo, desde niños creamos lazos que, con el paso de los años, nos sirven para poder reconocer la amistad verdadera. Esta amistad es incondicional, sincera, profunda, no pide nada a cambio ni lo presta para recibirlo de vuelta, nos hace mejores y nunca nos deja solos.

Hace relativamente poco tiempo, así por casualidad, me encontré con un amigo de la infancia, Javi. Compartíamos entonces paseo de ida y de vuelta al colegio, junto a David, la merienda, los juegos, las bromas de niños chicos y las reyertas (de poco postín por suerte) cosas de niños que compartíamos hasta las canicas de colores. Que gran amigo! y que estupenda persona era entonces y es hoy, viajando todos los años a África, portando en su enorme maleta algo de dinero que gastar cuando llegue a destino, muchos juegos, material escolar y millones de sonrisas para los niños, esas son sus vacaciones!!! Qué grande eres tío.
Del resto de amigos míos, ya hablaré en otro momento, hoy nó que el tiempo apremia y tengo bastantes que citar, por suerte para mí sin lugar a dudas.

El tema es que hoy, he podido leer en este medio de comunicación tan inmenso, al que llamamos internet, una historia de amistad entre dos seres vivos. He leído otras en varios años pero ésta, me ha gustado más que las conocidas antes.

En el zoo de Berlín hay dos criaturas, que en lugar de mostrar sus diferencias, han mostrado sus afinidades dando una lección a cualquiera. Ella se llama Muschi, es una gata negra y él se llama Maeuschen, un enorme oso.



Se conocieron allí y los separaron. Los cuidadores del zoo tuvieron que juntarlos de nuevo y, desde entonces, de esto hace ya 8 años, comparten lecho para dormir, la comida y los juegos, no se separan absolutamente para nada. Estoy segura de que, si uno de ellos faltase, el otro moriría de pena. Las personas, cuando perdemos a un ser querido, tenemos la capacidad de buscar algo por lo que seguir adelante, aunque nos cueste más o menos tiempo, pero ellos son mucho más simples, no tienen nada, salvo lo que viven día a día juntos. En fin, la amistad no conoce límites ni fronteras, y los amigos de verdad, son dos partes que conforman una sola pieza de unión perfecta.



sábado, 3 de julio de 2010

Una de romanos


Para los romanos, el arte y la música sólo tenían una dirección principal, lo pragmático y sensual, no en vano se esforzaban sobremanera para que tales manifestaciones artísticas fueran deslumbrantes tanto en tamaño como en esplendor. La finalidad era exaltar el goce de los sentidos y de la vida, de la cual disfrutaban y mucho. Aunque su aportación a la música no constituye una revolución.

Conquistaron a los griegos pero éstos, les conquistaron a ellos con sus tradiciones musicales, el arte y la filosofía. Los romanos se limitaron a adoptarlas, asimilarlas y actualizarlas conforme a, sus necesidades y costumbres. A lo largo del tiempo del imperio, ocurrió lo mismo con otros pueblos conquistados, como los sirios, egipcios o alejandrinos. Volcaron todo lo asimilado hacia fines rituales, querreros, épicos y incluso hacia el disfrute sexual.

Las celebraciones musicales, de gran importancia en la Antigua Roma, eran enromes fiestas con numerosos músicos y coros para delicia de los oyentes gracias a las melodías y los cantos. Los Ioculatores y acróbatas romanos divertían con sus Iocus (juegos acrobáticos y musicales), actuando en las calles de las urbes acompañados por músicos que tocaban Tibias, Panderos y otros instrumentos. Estos Ioculatores eran presentados también, en las villas de los romanos ricos y poderosos.

Durante estas jornadas acudían de todas las partes del Imperio, "músicos virtuosos" respetados y considerados en todo el Imperio, no en vano la música era considerada como un importante espectáculo, haciendo que estos “músicos virtuosos” gozaran de condiciones y tratos muy especiales.
Entre éstos virtuosos, destacaban los griegos como: Terpnos, gran citarista y maestro de Nerón, Polón y Mesomedes de Creta.


Numerosas familias patricias enviaron a sus hijos a las Escuelas de Música y de Danza. También las mujeres romanas, tanto aristócratas como cortesanas, practicaron el arte de la música como cantantes e instrumentistas.
Los instrumentos solistas más utilizados eran la lira y la cítara. La lira, una especie de arpa de madera con diez cuerdas, el primer instrumento al que la Biblia hace referencia. Su forma y tamaño variaba y su sonido se consideraba un signo de felicidad. La cítara, variación de la lira pero más amplia y profunda, y por lo tanto con mayor sonoridad.
Otro instrumento para los músicos más profesionales era el Aulos, con forma de flauta doble con agujeros y una lengüeta.

El teatro no se concebía sin música. La Tibiae simple o doble, acompañaba siempre a las partes cantadas de las obras y en los intermedios de los actos se ofrecían interludios musicales a cargo del Tibicen.

En cuanto a la música usada en el ejército, Servio Tulio (578-534 a.C) instituyó los grupos de músicos en las Milicias Romanas integrados por instrumentos de viento y con funciones específicas para las ceremonias y el combate. Aparecieron de este modo los Cornicem, artistas que tocaban el Cornu, y los Tubicem que tocaban la Tuba. A estos, hacia el año 400 a.C., se añadieron Flautas, Cornos y Ttrompetas de muy variadas formas y tamaños, así como otro tipo de instrumentos más peculiares como la Siringa (Syrinx) y el Lituo (Lituus). A partir del desarrollo de los actos militares, y especialmente para los más importantes, se fueron añadiendo y utilizando otros instrumentos de viento de gran sonoridad como, la Bucina, la Tibia, el Tympanum, el Scabillum, la Cymbala, la Crótala.
 
Sin olvidar que la música romana se basa en la asimilación de la cultura musical de los territorios conquistados, sí hay variaciones e improvisación. Con el tiempo las melodías y canciones son esenciales en todo lo público, desde las fastuosas celebraciones hasta el terreno educativo. Vamos que al final, los romanos supieron apreciar la música.